¿Quieres calentarte las manos en el frío invierno madrileño? En Madrid sabemos que el otoño ha llegado cuando vemos aparecer los primeros puestos de castañas. Normalmente empiezan a instalarse en noviembre cuando empieza a hacer frío. La gente solía comprarlos para calentarse las manos. Hoy en día, las castañas son un signo de que la Navidad no está muy lejos y te dan una especie de sensación acogedora y cálida mientras paseas por las calles iluminadas de Madrid. Ser castañera fue un oficio de mujeres que comenzó en el siglo XIX y que se transmitió de generación en generación. Las damas, que eran muy conocidas en el barrio en el que se encontraban, solían llevar un traje negro tradicional y un pañuelo alrededor de la cabeza. Hoy en día, podemos ver una mezcla de mujeres y hombres, pero aún en la edad media y avanzada. Las castañas se preparan en el momento, es poca la ciencia de cómo deben ser hechas, y se obtiene una docena por 2?. Aparte de las castañas, la mayoría de los puestos también ofrecen deliciosas patatas y maíz al horno, dulces o esas manzanas con cubierta de azúcar roja que se ven bien pero son tan difíciles de comer! Así que ahora sabes que, si tienes las manos frías, puedes parar durante tu paseo en bici por Madrid en uno de esos puestos de castañas o comprar unos guantes!
¿Quieres calentarte las manos en el frío invierno madrileño? En Madrid sabemos que el otoño ha llegado cuando vemos aparecer los primeros puestos de castañas. Normalmente empiezan a instalarse en noviembre cuando empieza a hacer frío. La gente solía comprarlos para calentarse las manos. Hoy en día, las castañas son un signo de que la Navidad no está muy lejos y te dan una especie de sensación acogedora y cálida mientras paseas por las calles iluminadas de Madrid. Ser castañera fue un oficio de mujeres que comenzó en el siglo XIX y que se transmitió de generación en generación. Las damas, que eran muy conocidas en el barrio que